domingo, 16 de diciembre de 2007

La cocina literaria. Cholent y yantar de boda morisco

"(...) El cholent se prepara dorando cebolla y rehogando luego con ellas unas judías o habichuelas. Se pone harina para espesar, agua, sal, pimienta y pecho de vaca. Y unos huevos sin cascar, que cuando se sacan de la cazuela, se pelarán y se servirán partidos en cuatro trozos junto a lo demás. Más o menos, esto era el plato del sábado y también podía llamarse "adafina" que sólo significa "caliente", aunque más bien debía de estar fría y con este sentido ha quedado en el lenguaje de algunas zonas castellanas, en las que comer de frío o llevar merienda se llama aún "comer de adafina" o "ir de adafina" (...)"


"(...) Guerra de Lorca nos ha dejado una descripción en un yantar de boda morisco, y, en él, abundan los platos condimientados con miel y pasas y la carne rociada de aceite y luego puesta la brasa, dulces con queso, y rellenos de ciruelas y manzanas. Comían también, con frecuencia, unas gachas hechas con leche de almendras y pistachos con miel y arroz; y otras gachas más modestas de trigo y leche; y rosquillas, en el Ramadán, muy parecidas a las nuestras, confecciondas con harina, manteca, levadura, azúcar y alcaravea , y otros dulces con piñones y almendras. Pero, sobre todo, eran aficionadísimos a las hortalizas -Lope de Vega mismo se reía de su gusto por la lechuga- y a los limones y naranjas, cosas que los cristianos viejos temían que los moriscos sembraran en sus tierras de secano, produciendo una catástrofe, porque esos cristianos viejos las consideraban como productos que de nada servían a la humana sustentación. (...)"

Sobre judíos, moriscos y conversos, José Jiménez Lozano (Ámbito, 1989)